miércoles, 19 de diciembre de 2012

¿Ye daqué Shakespeariano?


¿Vas ser tú?


Siéntome ensin puxu
Pa garrar el xugo,
Pa abrir la mio tierra,
Pa semar el futuro.
¿Quién va ser a facelo?
Hai que semalo, regalo
 y curialo con ciñu,
pa que nun seya como angüañu
pa que nun seya como nos
pa que seya lo que nagüabemos
de neños, cuando nun mos esmolecía
na más que cañicanos
nel cuellu de los nuesos pas.

viernes, 14 de diciembre de 2012

Microcuento




Compraron la tranquilidad de su conciencia, al tiempo que buscaban su vestido para la cena solidaria.

jueves, 13 de diciembre de 2012

Menudo Curro (vigésima entrega)


- Hoy no sufrirás de almorranas. ¿Sé puede saber qué es esto?
- Una profecía Don Alfredo.
- ¡Anda mira, resulta que tenía al primo de Rappel trabajando conmigo y no me había dado cuenta.
- Pero es lo que usted me mandó.
- No empecemos con que es lo que yo te mandé, por que cada vez que empiezas con esa cantinela, solo sirve para tratar de justificar los líos en los que me metes.
- Yo solo hacía mi trabajo.
- ¿Y desde cuando tu trabajo consiste en hacer profecías? A ver si te tengo que mandar a Centroamérica a descifrar el calendario maya.
- ¿Pero eso no está ya descifrado?
- Bueno, no vamos a entrar por ahí que te conozco y nos desviamos del tema, ¿se puede saber a qué viene lo de la almorrana?
- Pues a decir algo que puede pasar, como el que hoy se te va a pinchar una rueda del coche, o a si miras detenidamente las estrellas durante cinco minutos por la noche no sufrirás de flatulencia.
- ¿Qué si miro qué…?
- Las estrellas Don Alfredo.
- Ya te oí, ya sé que dijiste las estrellas, pero dime que no pusiste eso.
- Sí, Don Alfredo, ¿No le gusta?
- Pero ¿cómo me va gustar, si es una gilipollez?, además no tiene base científica ninguna, como se va a quitar la flatulencia por mirar a las estrellas.
- Pues mi abuelo decía que sí, que funcionaba.
- Ya sé a quien saliste.
- Pero mi abuela siempre lo reñía y nos mandaba pasar para casa para que no pasásemos frio, luego mi abuelo se enfurruñaba y decía que si funcionaba, que así soltábamos los gases mientras mirábamos las estrellas y no lo hacíamos en casa.
- No me cuentes mas historias de tu familia que con conocerte a ti, ya tengo bastante.
- como quiera Don Alfredo, pero eran muy simpáticos.
- Como fuesen como tú, seguro que los vecinos no pensaban lo mismo. Pero volvamos a lo nuestro, haz el favor de explicarme lo que hiciste antes de que tenga problemas con la mitad de los residentes chinos.
-Pues yo fui a trabajar como me mandó, y allí estaban dos chinos esperándome, me dijeron en lo que consistía el trabajo, que no era otra cosa que escribir papelitos con profecías para después meter dentro de las galletas de la suerte, y allí había un chino que me dio un libro con las frases que tenía que poner.
- Bien, evidentemente un trabajo fácil, por eso te mandé a ti, ¿y qué fue lo que salió mal?
- Que aquellas profecías además de ser muy pocas, no valían.
- ¿Cómo que eran pocas y que no valían?
- Sí, jefe, solo había 50 frases.
- ¿Te parecen pocas?
- Pues claro, ¿no pensará que solo tenían 50 galletas?
- No lo que pienso es que eres tonto. Esas frases se repiten y se meten en las otras galletas.
- Pero entonces en cuanto se acaben las primeras 50 galletas a todo el mundo le repite la suerte, y eso no puede ser, ¿a usted le gustaría que su suerte fuese igual que la de la persona que está sentada en la mesa de al lado en el restaurante?
- Si a la persona que está sentada al lado le tocó la lotería, pues no me importaría mucho compartir su suerte.
- Mirándolo así.
- Pues así es como hay que mirarlo, las galletitas son para pasar un rato de risas, nadie se cree esas cosas.
- ¿nadie se las cree?
- Por lo visto, tú sí.
- Pues claro, lo que pasa es que lo que ponían los chinos no tenía mucho sentido.
- ¿Y lo tuyo de las almorranas si?
- Pues claro jefe, eso es algo que entiende todo el mundo, no como aquella frase que tenían ellos, cuando bebas agua, recuerda la fuente.
- Así que la cambiaste.
- sí y la de las estrellas y la flatulencia la cambié por la de no puedes evitar que el pájaro de la tristeza vuele sobre tu cabeza, pero si puedes evitar que anide en tu cabellera.
- Que gran cambio
-Ya sabía yo que en explicándoselo lo entendería perfectamente, no hace falta que me dé las gracias, además a mi personalmente me gustó mas otra que puse.
- ¿Y se puede saber cual es?
- Los chinos habían puesto, la puerta mejor cerrada es aquella que puede dejarse abierta, y yo la cambié por, si dejas la puerta abierta cuando tiene que estar cerrada, se te puede meter alguien en casa. ¿le gusta?
- No te imaginas cuanto
- pues arreglé otras como la de antes de iniciar la labor de cambiar el mundo, da tres vueltas por tu propia casa. Y puse una muy guapa que decía Limpia bien tu casa, que en la calle ya hay barrenderos. ¿Le cuento más?
- No, no creo que lo pueda soportar.
- pues puse una que le va a gustar, está relacionada con su primo.
- ¿Qué primo?
- Marcelino.
- ¿El de la tasca?
- El mismo.
- ¿Qué armaste?
- Pues aproveché para darle publicidad y en donde ellos ponían, excava el pozo antes de que tengas sed, yo lo cambié y puse vaya a la tasca de Marcelino y probará el mejor vino.
- tú no estás bien de la cabeza.
- ¿No lo hice bien?
- Pues no, me acaban de llamar los chinos que nos mandan todas las galletas que rellenaron con tus papelitos y que se las tengo que abonar, además me amenazan con ponerme una demanda como se acaben las galletas y los clientes protesten, así que te veo toda la tarde buscándote la vida y o bien les haces galletas con los mensajes que a ellos les gustan, o bien sacas los papelitos que hiciste de las galletas que nos mandan y los rellenas con otros.
- Vale jefe, ¿pero no hay ninguno que le gustase?


Continuará….

miércoles, 12 de diciembre de 2012

L'anicio'l fin


L’anicio’l fin


L’anicio’l fin,
Acabante de surdir
Fízose sentir.
Baltando les lleis,
Camudando les cais,
Semando les perres
Conseguíes ensin sudu,
Nin xera nin duelo.
Algamó’l so oxetivu,
Diónos lo que merecíemos.

lunes, 10 de diciembre de 2012

Nuevas publicaciones

Después de bastante tiempo sin publicar nada en el blog, hoy he retomado esta actividad con un cierto sabor agridulce. Por un lado con el regocijo de retomarla, sobre todo por cubrir mi necesidad de escribir, y por otro lado con la tristeza que motiva que ahora pueda retomar esta actividad y que no es otra que la de que acabo de pasar a engrosar las filas de la mayor empresa de este país, el Inem. De todas formas espero poder disfrutar y aprovechar de este periodo, no solo en el blog, si no en otros proyectos literarios un poco más serios en los que estoy metido.

Destino desconocido (historia por partes)


Destino desconocido.


La comida fresca en vez de las salazones y los encurtidos del barco, les animó, aunque lo que fue de más ayuda para subirles el ánimo fueron los vasos de vino a los que les convidaron sus compañeros.
Poco a poco los dos muchachos se vieron envueltos en el ambiente festivo de la taberna, donde miembros de la tripulación y habitantes locales compartían tragos, historias y risas.

Tanto Rodrigo como Alfonso se relajaron y se dedicaron a engullir la comida que tenían delante sin prestar excesiva atención a los griteríos que se producían a su alrededor, hasta que un aumento significativo de los mismos, les hizo reaccionar con la suficiente buena suerte como para librarse de una silla que se dirigía hacia ellos.

El vuelo de la silla parecía el detonante que todas las personas que estaban presentes en la taberna, estaban esperando para iniciar una pelea colectiva.

Puñetazos por doquier, golpes, gritos, objetos volando y fracturándose contra partes del cuerpo de alguno de los presentes fue en lo que se convirtió aquella, poco antes, festiva taberna.
Rodrigo tuvo que andarse listo para evitar algún que otro golpe malintencionado, aunque no pudo evitarlos todos, al menos si consiguió salir indemne de la mayoría y minimizar las lesiones de aquellos que no logró esquivar.

Alfonso por su parte, estuvo más pendiente de su compañero que de si  mismo, hasta que un golpe en la cabeza, que le abrió una buena brecha, le hizo girarse y perder de vista a Rodrigo.

Al primero le costaba trabajo alcanzar su objetivo, que no era otro que lograr acercarse a alguna puerta o ventana que le permitiese poder salir al exterior y alejarse de aquél tumulto; durante un par de ocasiones logró acercarse a menos de un metro de la puerta, pero los constantes empujones y caídas al suelo de los contendientes le hicieron tener que sortear a varios de los alborotadores y perder distancia respecto a la salida.

Fue en uno de esos intentos por alcanzar una salida cuando notó que alguien le agarraba por el brazo, empujándolo con fuerza hacia atrás, en plano desplazamiento tropezó con algo que estaba en el suelo, probablemente los restos de alguna mesa y  trastabilló, cayendo de bruces contra el suelo.

El sabor salado de su propia sangre le llegó a la boca, se palpó los labios y se dio cuenta que tenía una pequeña herida sin importancia en los mismos, antes de volver a ponerse de pie, miró a su alrededor y vio cerca de él el cuerpo de Alfonso que estaba tirado en el suelo y en el centro de la taberna, justo donde mas gente estaba participando en la pelea. Rodrigo temió por su amigo, en cualquier momento podía ser pisoteado o aplastado, así que le llamó por su nombre, pero Alfonso no reaccionó, no dio muestras de oírlo, parecía que estuviese inconsciente o tal vez algo peor.

Se incorporó de un salto y su espalda golpeó contra otro cuerpo, que al sentir el contacto lo agarró por el hombro haciéndolo girar para hundir un puño en su cara, en el ultimo momento aquel hombre, que era uno de los miembros de la tripulación, reconoció al pequeño polizón y se refreno. Por un breve instante le miró y preguntándole que si estaba loco le instó a que abandonase el local, después de la advertencia buscó en quien descargar el golpe que poco antes estaba dirigido a Rodrigo y retomó la pelea aún con más brío.

A trompicones, esquivando todo lo que se ponía a su paso, poco a poco, fue llegando a la altura de Alfonso que seguía inmóvil y sin dar ninguna muestra de encontrarse bien. Cuando por fin llegó a su altura, agarró a su amigo por los sobacos y lo arrastró hacia la pared más próxima, en aquel intento tuvo que evitar en un par de ocasiones que pisasen a su amigo.

Cuando logró apoyarse en la pared, exhausto por el esfuerzo, pero presa del pánico por la situación de Alfonso, miró a su amigo a la cara y vio como tenía su rostro manchado de sangre, que procedía de una brecha que tenía abierta en la cabeza, en principio la herida no parecía tan profunda y no explicaba el estado de su compañero, un estado que le parecía menos preocupante ahora que había comprobado que su amigo respiraba.

Buscó a su alrededor y lo mejor que encontró para tratar de reanimar a su compañero fue un vaso de vino que aún se mantenía intacto a pesar de que la refriega hubiese acabado con casi todo lo que antes formaba parte de la taberna. Arrojó los restos del vaso de vino a la cara de su amigo mientras que le daba unas pequeñas bofetadas para enfatizar el efecto del sobresalto que esperaba causar con el líquido.

La tarea fue bastante mas costosa de lo que en un principio se esperaba, Alfonso tardó bastante en reaccionar y cuando por fin lo hizo, parecía estar en una especie de sopor que le impedía concentrarse en la realidad que le rodeaba.

Rodrigo miró a su alrededor y comprobó que poco a poco, los contendientes cedían en su empeño, en parte por el cansancio y en mayor medida por que eran cada vez menos los que aún presentaban ganas de pelea después de haber desahogado sus instintos. Aquella especie de calma relativa después de todo lo vivido anteriormente, le pareció una buena oportunidad para tratar de alejarse de allí.

Asió a su compañero y situó su brazo a su espalda mientras que con el hombro hacia presión por debajo de la axila de su compañero a la vez que le mantenía el brazo extendido y se lo sujetaba con la mano que le quedaba libre. De esta forma y tambaleándose como si se tratase de dos borrachos que regresasen a sus casas después de una buena noche de juerga, logró ir acercándose a la salida.

Una vez fuera, se dirigieron hacia una fuente que estaba próxima al local, allí se sentaron y trataron de recuperarse, mientras que con el agua Rodrigo limpiaba la sangre de ambos.

En esas estaban cuando los encontró el primer oficial, al que no le hicieron falta muchas explicaciones para comprender lo que había ocurrido.

- Creo que comienzan un poco pronto las peleas, ¿no les parece señores?

Antes de que pudiesen contestar por la puerta de la taberna salieron despedidos otros dos miembros de la tripulación, que cayeron a pocos metros de donde se encontraban bajo la estricta mirada del primer oficial.

Continuará…

domingo, 14 de octubre de 2012

Corvera

De viaje por «las Trasonas»

El escritor y cuentacuentos Rogelio Crespo radiografía su niñez en una parroquia ahora dividida por una autopista que, a su juicio, genera «subpueblos»

 04:20  
De viaje por «las Trasonas»
De viaje por «las Trasonas»  
 MULTIMEDIA
Trasona,

Illán GARCÍA

Rogelio Crespo, de 41 años, vivió el primer año de su vida en Tamón. «Nos expropiaron la casa para hacer la autopista y llegamos así a Trasona», explica. «Mi abuelo sobrevivió a la guerra, a la postguerra y a las campanas (de Ensidesa)», apostilla. Este escritor y cuentacuentos afirma ser hijo de la «Fabricona», de padre gallego y madre de Cancienes. Desde que era niño, Crespo vivió en el barrio de El Pedrero y ya por aquel entonces notaba diferencias en «las Trasonas»: la de La Marzaniella y la de su barrio, la rural y la industrial, con las rivalidades y piquillas típicas de los pueblos.

LA NUEVA ESPAÑA comenzó hace una semana un recorrido por las parroquias del concejo vistas por corveranos vinculados, de alguna manera, al mundo artístico. Si hace unos días la sección se centró en las vivencias de la actriz y quiosquera María López, de Cancienes, esta semana se centra en el escritor y cuentacuentos Rogelio Crespo, que radiografía su paso por Trasona. Destaca la heterogeneidad de su parroquia casi incomunicada con el resto del concejo y que funciona, en ocasiones, como un barrio de Avilés. «Es un pueblo dividido por una autopista que genera subpueblos; es más, para ir de la iglesia al cementerio, los muertos se llevan en tirolina», bromea.

Cuando apenas tenía 8 años, Rogelio Crespo jugaba en el centro social mientras ensayaba un grupo de teatro. Respiraba cultura. «Faltaba uno en el grupo y me invitaron a participar. Me tocó ser el protagonista de la obra, "Un médico a palos", y tenía que hacer de gangoso. Al final me quedé como un miembro más del grupo teatral que dirigía Chema Chamorro, que era todo corazón», rememora Crespo.

Este cuentacuentos interesado por la cultura desde niño fue, además, un travieso confeso. «Había una fábrica cerrada de Montajes Asturias y nos dedicábamos a demoler las paredes, a tirar piedras y demás», relata. Eso sí, cuando llegaban las siete menos cuarto de la tarde, Rogelio Crespo siempre buscaba una excusa para ir a buscar la leche recién catada de la lechería de Xuaco, en El Pedrero. «Solíamos jugar a "piesbol", una especie de béisbol con el pie, pero cuando llegaba la hora de la leche tenía que ir a por ella para beberla recién catada, calentina», narra Crespo mientras esboza una sonrisa de satisfacción.

«Ahora ya no se ven vacas y antes apenas había aceras... Nos dedicábamos a varear colchones de lana», recuerda no sin nostalgia.

Las inquietudes políticas y culturales de Rogelio Crespo crecieron parejas al barrio obrero. «No es lo mismo nacer y crecer en Trasona que en Salinas y eso, a la hora de escribir o de actuar, claro que influye», afirma. Este escritor y cuentacuentos siempre fue un enamorado de la lectura, pero la obra que le abrió los ojos fue «La conjura de los necios», un ejemplar que consiguió tras ganar un concurso literario. Y entre travesuras, escritos y alguna que otra actuación teatral, Crespo, que nació bajo un puente -en el lugar donde habitaba en Tamón ahora pasa un puente de la autopista- , fue forjándose como persona.

«A Trasona, ahora, le falta vida, iniciativa y sangre. Este pueblo se muere de inanición cercenado entre la carretera general y la autopista», destaca en un tono un tanto pesimista. Sin embargo, el entorno del pantano de Trasona le da pie para la reflexión. De hecho, este lugar fue escogido por Rogelio Crespo para confeccionar un relato de las rutas literarias que hace un par de años organizó el Ayuntamiento. «Fue una pieza con toques de realismo mágico latinoamericano que daba un repaso de la historia de Trasona con personas fantasmas y, por supuesto, un homenaje a Silvino Prendes», explica Crespo, que ve como aquellos años de agitación cultural en la parroquia en los que tocaron «Stukas» y «Los Satélites» se van apagando paulatinamente.

Ahora, jugarretas del destino, Trasona lucha contra los ruidos que genera la autopista «Y» a su paso por la parroquia mientras Rogelio Crespo piensa en cómo lograr que se despierte esta parroquia. «En Trasona se pueden hacer muchas cosas y explotar el pantano como centro cultural y de ocio puede ser una de ellas», concluye este escritor y cuentacuentos que relata como si fuera ayer sus andanzas infantiles por esta parroquia corverana.

miércoles, 16 de mayo de 2012

FARTOS


Xintar, xintar, xintar,
Dormir, xintar, xintar,
Descansar, Xintar,
Xintar, xintar, Xintar,
Enfilase, xintar,
Y vulta a entamar,
¿Y trabayar?
¿Tas mal?,
Nun ves que soy conceyal

miércoles, 25 de abril de 2012

Entradas

En los últimos días, no estoy publicando todo lo que quisiera, primero por que estuve embarcado en otros proyectos, algunos como el de la exposición de la que os puse recortes de la prensa y otros que saldrán en breve. Después espero poder recuperar el pulso al blog. Gracias a los que aún así seguís ahí como siempre

Portugal


Escondido, pero no perdido,
Vestido de gala, con bata de cola
Envuelto jugando con el rocío
Perfume natural impregna mi cuerpo

Tu canción como escudo
Tu tallo como bandera
Se acabó con el nudo
Que oprimía a un pueblo.

Cada 25 de abril, como si fuese aquél
Respiro libertad, y lucha.
Todo un pueblo tras un clavel
Gritando libertad, gritando viva Portugal.

sábado, 21 de abril de 2012

Folixa del llibru


Música, Dickens y Benedetti para celebrar el Día del libro

 06:04   
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Música, Dickens y Benedetti para celebrar el Día del libro
Música, Dickens y Benedetti para celebrar el Día del libro  mara villamuza
El centro social de Las Vegas acogió ayer el acto central de la celebración del Día del libro en el concejo en el que se leyeron textos de Charles Dickens, Mario Benedetti y del autor corverano Roxelio Crespo a cargo del propio escritor y de los miembros de los grupos de teatro amateur del concejo. Durante todo el acto, el guitarrista clásico Gerard (en la foto, con participantes) puso música a la jornada, informa Illán GARCÍA. 

viernes, 20 de abril de 2012

Menudo Curro (Decimonovena entrega)


- ¡yo eso no lo hago, jefe!
-¿Pero no decías que querías un trabajo creativo?
- Sí, pero creo que este no me convence.
- pues están los tiempos para ponerse melindroso con los trabajaos.
- Ya lo sé Don Alfredo, pero es que no me veo, no me veo, la verdad.
- Mira Robetín, si aquí vas a poder poner de manifiesto toda tu creatividad.
- Es que a mi me gustaría más otro tipo de creatividad.
- ¿Pero a ti no te gusta pintar?
- Sí, pero paisajes, bodegones, o lo que se me ocurra, pero es que esto…
- Mira, ahora mismo no tengo muchas más opciones, además yo creo que te viene como anillo al guante.
- Al dedo.
- ¿Qué?
- Que se dice anillo al dedo Don Alfredo, no anillo al guante.
- Ah sí, ¿en que estaría pensando yo? Bueno, pues lo que te decía, yo creo que realmente este es el trabajo donde te vas a sentir realizado, y donde podrás desarrollar tus dotes artísticas.
- Yo es que no lo veo, además no creo que pueda desarrollar lo que a mi me gustaría hacer.
- Pero si es un trabajo sencillo, tranquilo, donde nadie te molesta, te puedes tomar tu tiempo, dentro de un orden, claro. Y además en verano es bastante fresquito.
- Don Alfredo, usted ya sabe que yo tengo hecho de todo, pero es que a mi esto de tener que maquillar muertos no me acaba de gustar.
- Hay muy poca gente a la que le gusta su trabajo, pero no tienen más remido que aguantarse y hacerlo, así que ya estás tirando para allá.
- ¡Jefe!
- ¿Para que me llamas ahora Roberto?
- ¿Usted que tono cree que le quedará mejor con unos ojos verdes?
- ¿quéeee?
- Es que no sé como maquillarle los párpados?
- Pero si los ojos no se le van a ver.
- Ya lo sé, pero estas cosas o se hacen bien o no se hacen.
- pues píntaselos de la primera forma que se te ocurra.
- Yo creo que en un tono que resalte.
- Eso en un tono que resalte, ponle colores “vivos”
- Si eso mismo había pensado yo, es que si no puede quedar muy lúgubre.
- Lúgubre va a quedar de todas, todas, se trata de un funeral no de una fiesta en Pachá Ibiza.
- ¿Ve, es que no me ayuda, me hace tener más dudas?
- Mira como medida de recurso, si tienes dudas píntalo acorde con la ropa que lleve, así irá conjuntado.
- Ah, vale jefe, no le molesto más.
- A ver si es verdad.
- ¿Qué quieres ahora Roberto?
- Es que este está muy frio.
- Claro que está frío, está muerto como quieres que esté, ¿Con fiebre?
- Pero es que me está pegando el frio.
- ¿Tú dónde los estás maquillando, no es una sala dónde se conservan los cadáveres?
- A mi me los van trayendo a medida que los acabo
- Pero me imagino que la sala estará refrigerada para que se conserven.
- Y ¿Para qué quieren que se conserven si los van a enterrar o a incinerar? Podían ahorrarse la calefacción y así ayudábamos a salir de la crisis.
- Sí, Robertín, sí. Mañana llamo a Rajoy y le cuento tu idea para que la apruebe en el próximo consejo de ministros.
- Pues si lo llama, le puede decir que si quiere que me puede llamar a mi que tengo muchas ideas de como conseguir ahorrar dinero, evitando gastos superfluos, lo que todavía no se me ha ocurrido es como generar más dinero.
- Pues mira estás que ya casi te pueden nombrar ministro.
- Otra de las cosas que se me ocurrió es que en los ayuntamientos en vez de los concejales vaya un representante por cada partido elegido, si total los demás que van votan lo mismo que lo que dice el jefe.
- ¡Buuuf! Eso no se te va a arreglar, ¡La cantidad de gente que no sabe hacer nada que andaría suelta por la calle entonces!
- Tarde o temprano seguro que encontraban algo.
- Sí como tú, sigue con lo tuyo y por favor no me llames más.
- Don Alfredo ya sé que me dijo que no le llamase más, pero es que este muerto se mueve.
- ¿Cómo qué se mueve?, si está muerto no se puede mover
- Pues este se mueve y mucho.
- A ver si estás maquillando un gato.
- ¡Déjese de bromas Don Alfredo, que le digo que este muerto se mueve y además tira pedos!... Pero, ¿Por qué se ríe Don Alfredo? Yo estoy muerto de miedo, por algo no quería venir.
- Vamos a ver, ¿el muerto tiene la barriga hinchada?
- Sí, Don Alfredo.
- Presiónasela un poco.
- Ni loco.
- Haz lo que te digo, que seguro que tiene gases y al presionarlo los expulsa, es por eso por lo que tira pedos y se mueve.
- A ver… Pues es verdad que listo es usted Don Alfredo, ¿Y cómo es qué entiende tanto de muertos?
- Yo de lo que entiendo es de gente corta, muy cortita…
- Esos o son duendes o Hobbits, claro que también pueden ser enanos.
- Esos, eres tú. Anda sigue trabajando.
- Roberto.
- Diga jefe
- me ha llamado el encargado de la funeraria, para hablarme de tu trabajo.
- Pues no se comprometa jefe, que yo quiero hablar con usted, es que sigo sin verme, no creo que este trabajo sea lo mio.
- Mira en eso estáis de acuerdo los dos, me ha dicho que no quiere volver a verte por allí.
- Ahora si que me ofende, ¿y eso?
- Por que se han quejado varios familiares de los muertos.
- No sé por qué
- Por que no les ha hecho mucha gracia, ver a sus familiares como Dragg Queens
- Si solo les puse unos detallitos acordes con la personalidad de cada muerto.
- ¿A ti te parece que dibujarle un parche en el ojo a alguien es un detallito de su personalidad?
- Es que tenía una cara de pirata que no se aguantaba
- ¿Y lo de la rosa en el párpado?
- Es que era una señora con mucho estilo, además era el muerto que mejor olía de todos.
- Anda tira para la oficina que vamos a hablar tú y yo.

Continuará…

menudo curro

Por problemas de curro, no me dio tiempo a publicar la siguiente parte de Menudo Curro, pero espero poder solucionarlo a lo largo del día de hoy.

miércoles, 18 de abril de 2012

Vuelve

Y mañana vuelve Robertín con sus historias de menudo curro

Entrevista en La Voz de Avilés

CORVERA

Roxelio Crespo, en 'póstit'

Una exposición de relatos y objetos personales del autor corverano abre la 'Folixa del Llibru'

18.04.12 - 00:16 - 
Cuentacuentos, escritor de relatos cortos, tanto en asturiano como en castellano, Roxelio Crespo tiene la costumbre de anotar en hojas autoadhesivas cualquier idea que pueda dar pie a un nuevo proyecto literario. Desde ayer, esos 'póstit' salpican las paredes de los centro socioculturales de Las Vegas y de Trasona.
Son el hilo conductor de una exposición en la que muestra no sólo una parte de su obra, también una serie de objetos personales, como instrumentos de música, sus libros preferidos o incluso dos tabletas de chocolate. «Me gusta comerlo cuando escribo», manifestó ayer Roxelio Crespo durante la inauguración de la exposición, que abrió los actos de la 'Folixa del Llibru', organizados para conmemorar el Día del Libro.
Los relatos y los objetos personales de Roxelio Crespo se recogen en ocho urnas. Cinco están en el Centro Sociocultural de Las Vegas y las tres restantes en el de Trasona. La exposición se mantendrá hasta el 4 de mayo, y podrá visitarse de lunes a viernes entre las 8 y las 21 horas.
En la actualidad, Crespo se ha embarcado en la que, «si todo va bien», matiza, será su primera novela. Está escrita en castellano y narra el choque de civilizaciones que se produjo hace algo más de dos mil años en Asturias a raíz de la llegada del Imperio Romano.
El acto central de la Folixa del Llibru se celebrará el día 27 en el Centro Cultural de Trasona, con la lectura compartida de la novela 'Grandes Esperanzas', de Charles Dickens. Comenzará a las cuatro y media de la tarde.

Entrevista en La Nueva España

El «post-it», base literaria

El área de Cultura inaugura una exposición en la que se analiza el proceso creativo del escritor y «cuentista» Roxelio Crespo 

 03:22  
Roxelio Crespo escribe en un «post-it» en el centro social de Las Vegas.
Roxelio Crespo escribe en un «post-it» en el centro social de Las Vegas.  ricardo solís
Las Vegas, Illán GARCÍA

Roxelio Crespo escribe, cuenta cuentos y realiza performances varias. Su proceso de creación parte de una idea sencilla que el artista apunta en un «post-it» con su «máquina de escribir portátil», es decir, un bolígrafo que siempre lleva consigo. Cada vez que Roxelio Crespo se sienta a escribir delante de su ordenador, antes máquina de escribir, se pone música y lo mismo le da un tema de Ella Fitzgerald que «La Tarrancha» que «The Chieftains» o Silvio Rodríguez para confeccionar sus relatos. Los «post-it», su primera máquina de escribir, sus tabletas de chocolate y esas canciones ambientan desde ayer el centro social de Las Vegas para el particular homenaje que le ha organizado el área de Cultura.

Hace una década, Roxelio Crespo editó con Trabe sus «Cuentos encantaos» y ahora se ha embarcado en un nuevo proyecto. «Estoy preparando una novela histórica sobre la entrada de los romanos en Asturias y su convivencia con los astures», destaca el autor, que mantiene desde hace meses un blog (haciendomisnecesidades.blogspot.com) y que sigue haciendo performances desde principios de los noventa, cuando formó parte de «Ventanilla 69». «El sábado actuaré en Zaragoza para competir con el Barça-Madrid», afirma este autor que se mueve como pez en el agua por los relatos con ironía y dobles sentidos. Eso sí, siempre con su bolígrafo y los «post-it» que coloca en su escritorio como base de su literatura y acciones artísticas.