domingo, 19 de mayo de 2013

Segunda jornada de los IX Alcuentros con Nel Amaro

Por el camino de Nel Amaro

Artistas de varias regiones recorrieron ayer Pola de Lena con reivindicativas acciones en recuerdo del polifacético creador

19.05.2013 | 03:00
El «bardu errante», pidiendo una limosna por los derechos de autor.
El «bardu errante», pidiendo una limosna por los derechos de autor.
Nel Amaro sigue siendo un punto de referencia para muchos artistas. Compañeros del polifacético creador, en colaboración con el Ayuntamiento de Lena, celebraron ayer la segunda jornada del programa del IX Alcuentru con Nel Amaro, una cita que reúne a artistas de toda España para recordar al fallecido performance y defensor acérrimo de la llingua. El plato fuerte del programa fue una «Revista Caminada», una serie de acciones artísticas reivindicativas que se sucedieron en la Casa de Cultura y en las calles de la Pola.

La «Revista Caminada» contó con la participación de una decena de artistas y tuvo una temática de actualidad: desempleo, crisis y monarquía. Uno de los performance más llamativos fue el del asturiano Roxelio Crespo. Dentro de un tonel, caminó por el centro de la Pola con un cartel en el que se leía: «Cada vez somos más los que tenemos menos, qué perder». Otra acción se desarrolló en el entorno del parque Regueral. Fue allí donde la artista madrileña Ana Matey intentó desenredar una madeja que simbolizada la difícil situación social que atraviesa España.

Para sumar crítica sin perder arte, todas las paradas de los performance se marcaron con una tira de sellos puesta del revés: «La Casa Real patas arriba». Ánxel Nava se convirtió en el «bardu errante» y pidió una limosna a los que miraban desde la calle al grito de «Derechos de autor, derechos de autor», en referencia a la polémica desencadenada por la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE).

La «Revista Caminada» nació hace diez años, de la mano de Nel Amaro, y aún sigue sorprendiendo. Muchos de los que paseaban ayer se pararon para echar un vistazo y participar. Era el mejor homenaje para Amaro.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

¿Ye daqué Shakespeariano?


¿Vas ser tú?


Siéntome ensin puxu
Pa garrar el xugo,
Pa abrir la mio tierra,
Pa semar el futuro.
¿Quién va ser a facelo?
Hai que semalo, regalo
 y curialo con ciñu,
pa que nun seya como angüañu
pa que nun seya como nos
pa que seya lo que nagüabemos
de neños, cuando nun mos esmolecía
na más que cañicanos
nel cuellu de los nuesos pas.

viernes, 14 de diciembre de 2012

Microcuento




Compraron la tranquilidad de su conciencia, al tiempo que buscaban su vestido para la cena solidaria.

jueves, 13 de diciembre de 2012

Menudo Curro (vigésima entrega)


- Hoy no sufrirás de almorranas. ¿Sé puede saber qué es esto?
- Una profecía Don Alfredo.
- ¡Anda mira, resulta que tenía al primo de Rappel trabajando conmigo y no me había dado cuenta.
- Pero es lo que usted me mandó.
- No empecemos con que es lo que yo te mandé, por que cada vez que empiezas con esa cantinela, solo sirve para tratar de justificar los líos en los que me metes.
- Yo solo hacía mi trabajo.
- ¿Y desde cuando tu trabajo consiste en hacer profecías? A ver si te tengo que mandar a Centroamérica a descifrar el calendario maya.
- ¿Pero eso no está ya descifrado?
- Bueno, no vamos a entrar por ahí que te conozco y nos desviamos del tema, ¿se puede saber a qué viene lo de la almorrana?
- Pues a decir algo que puede pasar, como el que hoy se te va a pinchar una rueda del coche, o a si miras detenidamente las estrellas durante cinco minutos por la noche no sufrirás de flatulencia.
- ¿Qué si miro qué…?
- Las estrellas Don Alfredo.
- Ya te oí, ya sé que dijiste las estrellas, pero dime que no pusiste eso.
- Sí, Don Alfredo, ¿No le gusta?
- Pero ¿cómo me va gustar, si es una gilipollez?, además no tiene base científica ninguna, como se va a quitar la flatulencia por mirar a las estrellas.
- Pues mi abuelo decía que sí, que funcionaba.
- Ya sé a quien saliste.
- Pero mi abuela siempre lo reñía y nos mandaba pasar para casa para que no pasásemos frio, luego mi abuelo se enfurruñaba y decía que si funcionaba, que así soltábamos los gases mientras mirábamos las estrellas y no lo hacíamos en casa.
- No me cuentes mas historias de tu familia que con conocerte a ti, ya tengo bastante.
- como quiera Don Alfredo, pero eran muy simpáticos.
- Como fuesen como tú, seguro que los vecinos no pensaban lo mismo. Pero volvamos a lo nuestro, haz el favor de explicarme lo que hiciste antes de que tenga problemas con la mitad de los residentes chinos.
-Pues yo fui a trabajar como me mandó, y allí estaban dos chinos esperándome, me dijeron en lo que consistía el trabajo, que no era otra cosa que escribir papelitos con profecías para después meter dentro de las galletas de la suerte, y allí había un chino que me dio un libro con las frases que tenía que poner.
- Bien, evidentemente un trabajo fácil, por eso te mandé a ti, ¿y qué fue lo que salió mal?
- Que aquellas profecías además de ser muy pocas, no valían.
- ¿Cómo que eran pocas y que no valían?
- Sí, jefe, solo había 50 frases.
- ¿Te parecen pocas?
- Pues claro, ¿no pensará que solo tenían 50 galletas?
- No lo que pienso es que eres tonto. Esas frases se repiten y se meten en las otras galletas.
- Pero entonces en cuanto se acaben las primeras 50 galletas a todo el mundo le repite la suerte, y eso no puede ser, ¿a usted le gustaría que su suerte fuese igual que la de la persona que está sentada en la mesa de al lado en el restaurante?
- Si a la persona que está sentada al lado le tocó la lotería, pues no me importaría mucho compartir su suerte.
- Mirándolo así.
- Pues así es como hay que mirarlo, las galletitas son para pasar un rato de risas, nadie se cree esas cosas.
- ¿nadie se las cree?
- Por lo visto, tú sí.
- Pues claro, lo que pasa es que lo que ponían los chinos no tenía mucho sentido.
- ¿Y lo tuyo de las almorranas si?
- Pues claro jefe, eso es algo que entiende todo el mundo, no como aquella frase que tenían ellos, cuando bebas agua, recuerda la fuente.
- Así que la cambiaste.
- sí y la de las estrellas y la flatulencia la cambié por la de no puedes evitar que el pájaro de la tristeza vuele sobre tu cabeza, pero si puedes evitar que anide en tu cabellera.
- Que gran cambio
-Ya sabía yo que en explicándoselo lo entendería perfectamente, no hace falta que me dé las gracias, además a mi personalmente me gustó mas otra que puse.
- ¿Y se puede saber cual es?
- Los chinos habían puesto, la puerta mejor cerrada es aquella que puede dejarse abierta, y yo la cambié por, si dejas la puerta abierta cuando tiene que estar cerrada, se te puede meter alguien en casa. ¿le gusta?
- No te imaginas cuanto
- pues arreglé otras como la de antes de iniciar la labor de cambiar el mundo, da tres vueltas por tu propia casa. Y puse una muy guapa que decía Limpia bien tu casa, que en la calle ya hay barrenderos. ¿Le cuento más?
- No, no creo que lo pueda soportar.
- pues puse una que le va a gustar, está relacionada con su primo.
- ¿Qué primo?
- Marcelino.
- ¿El de la tasca?
- El mismo.
- ¿Qué armaste?
- Pues aproveché para darle publicidad y en donde ellos ponían, excava el pozo antes de que tengas sed, yo lo cambié y puse vaya a la tasca de Marcelino y probará el mejor vino.
- tú no estás bien de la cabeza.
- ¿No lo hice bien?
- Pues no, me acaban de llamar los chinos que nos mandan todas las galletas que rellenaron con tus papelitos y que se las tengo que abonar, además me amenazan con ponerme una demanda como se acaben las galletas y los clientes protesten, así que te veo toda la tarde buscándote la vida y o bien les haces galletas con los mensajes que a ellos les gustan, o bien sacas los papelitos que hiciste de las galletas que nos mandan y los rellenas con otros.
- Vale jefe, ¿pero no hay ninguno que le gustase?


Continuará….

miércoles, 12 de diciembre de 2012

L'anicio'l fin


L’anicio’l fin


L’anicio’l fin,
Acabante de surdir
Fízose sentir.
Baltando les lleis,
Camudando les cais,
Semando les perres
Conseguíes ensin sudu,
Nin xera nin duelo.
Algamó’l so oxetivu,
Diónos lo que merecíemos.