lunes, 6 de febrero de 2012

Destino desconocido (historia por partes)

- Muchachos - con esta palabra, comenzó el capitán su elocución para dirigirse a la tripulación.
- Sé que les preocupa nuestro destino, y también soy consciente, que han conseguido apaciguar su curiosidad, evitando hacerme preguntas al respecto, algo que les agradezco. Como habrán observado, nuestra travesía es larga y oceánica, y nuestro destino es desconocido, me atrevería a decir que incluso para mí. – Un murmullo se extendió por toda la cubierta.
- Señores, hemos sido contratados por una gran compañía que espera aumentar sus producciones con nuevos recursos, y en ese sentido, es nuestra obligación mantener en secreto nuestro destino, para evitar de esta forma que los competidores de la compañía que nos ha contratado conozcan el lugar de donde vamos a obtener esos recursos, siempre y cuando seamos capaces de conseguir coronar nuestra misión con éxito.
Las personas que permanecían en cubierta, seguían atentamente las explicaciones del capitán y empezaban a pensar en cual podría ser ese destino y el material que deberían obtener, mientras que el capitán seguía aportando más datos.
- No haremos ninguna escala hasta llegar al puerto Gibraltar, en el Lago de Maracaibo, donde nos esperan dos representantes de la empresa que nos darán instrucciones e indicarán cual es nuestro destino final, así que por lo tanto, sólo me queda pedirles que sean capaces de mantener en secreto todo lo relacionado con este viaje, advirtiéndoles de mano que no me temblará el pulso si he de tomar cualquier medida disciplinaria contra cualquiera de ustedes que intente dar a conocer este secreto. Aplíquense pues en sus tareas para que tengamos una buena navegación y lleguemos lo antes posible al puerto de Gibraltar.
Después de estas palabras y alguna que otra indicación, el capitán se retiró ordenando a la gente que continuase con sus tareas.
Durante todo el día todos los comentarios se dirigían única y exclusivamente a la información aportada por el capitán y poco a poco a medida que pasaban las horas, las especulaciones sobre el destino final y los recursos que podían encontrar, iban en aumento.
No sobraron conjeturas, desde quien apostaba porque el material sería minerales, más concretamente oro, hasta quien apostaba por animales exóticos o maderas caras como el palo santo.
Los siguientes días no fueron muy diferentes y todo el mundo trataba de convencer a los demás de que sus pesquisas eran realmente las correctas.
Rodrigo permanecía indiferente a este juego en el que parecía participar toda la tripulación, por su parte, su única preocupación consistía en celebrar que aquel viaje le llevaría realmente lejos de su casa.
Durante esta travesía, Rodrigo haría todo lo que estuviese en su mano para ganarse la confianza del resto y tratar de pasar a formar parte, de una forma definitiva, de la tripulación, y para conseguirlo se aplicaba de una forma extenuante en la realización de sus tareas y en el aprendizaje de todo lo relacionado con la navegación.
A medida que pasaban los días los anhelos del pequeño se iban convirtiendo en realidad, ya nadie lo consideraba un extraño, si no que aun sin que el capitán hubiese dado su beneplácito, todo el mundo lo trataba como un integrante más.
Tanto Felipe como Alfonso fueron coincidiendo más con el polizón, y más concretamente los dos jóvenes que constantemente y de una forma descarada planificaban conjuntamente locos planes de futuro cargados de riqueza y aventuras. Planes que Felipe se encargaba de tirar por tierra no tanto por tratar de poner a los dos con los pies en el suelo, si no por divertirse frustrando los planes imaginarios de los dos amigos.
Al oficial de cubierta no le pasó desapercibida la forma en la que la amistad de ambos iba creciendo, algo que atribuyó al hecho de la semejanza en la edad, algo que les vino muy bien ya que de esa forma no llegó a sospechar que Alfonso hubiese dado comida y mantenido el secreto durante los días en los que Rodrigo permaneció oculto. Pero al verlos tan buenos amigos, pensó que lo mejor para que Rodrigo acabase por acoplarse era ponerlo en la cocina y de esa forma a partir de ese momento los dos chicos se convirtieron en inseparables.


Continuará…

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