jueves, 9 de febrero de 2012

Menudo Curro (decimo sexta entrega)

Continúo con los problemas laborales de Roberto, aunque hoy tengo que agradecer a Demetrio la mano que me echó para poder publicarlo.


- Váyase
- No puedo, tengo que entregarle esta carta.
- No hay nadie en casa.
- Como que no hay nadie si está usted hablándome.
- Soy un niño pequeño y mis padres me tienen prohibido abrir la puerta a extraños.
- Yo no soy un extraño, soy Roberto, y tengo que entregar esta carta aquí.
- ¿Qué Roberto?
- Pues Roberto, que Roberto va a ser. 
- Y yo que sé, no conozco a ningún Roberto.
- Es que nunca te había traído una carta.
- Pues entonces eres un extraño.
- No soy un extraño, soy un trabajador que tiene que entregar esta carta.
- Pues entréguela en otro sitio.
- No puedo, tiene que ser en esta dirección.
- Pues cambie la dirección.
- Eso tampoco lo puedo hacer por que entonces los datos no coinciden . Además,si solo es una firma. Me abres la puerta, recoges la carta, me firmas un papel y me voy y no te molesto más.
- Soy un niño y no sé leer ni escribir, así que no te firmo nada, ni trates de engañarme.
- Si eres un niño deberías estar en el colegio.
- Y tu con un trabajo decente y no molestando a la gente, no te jode.
- Cuando vea a tus padres les voy a decir que eres un mal educado.
- Yo a los tuyos les voy a decir que eres idiota.
- ¡Niño sin insultar!
- Además, o me dejas  tranquilo o te denuncio por pederastia.
- Pero si ni tan siquiera te estoy viendo.
- ¡voyeur!
- ¿Qué dices?
- ¡Mirón, que eres un mirón! ¿No te estarás tocando?.
- ¡No!   Solamente  quiero entregar una carta.
- Que no seas pesado, que no abro.
- Pues te la meto por debajo de la puerta, con el papel que tienes que firmar.
-  Como la metas lo quemo.
- ¡ Pirómano!
- Tu mételo y verás.
- Pues llamo a la Policía y que den parte de que no quieres coger la carta.
- Pues salgo y te doy dos leches.
- Pero si eres un niño pequeño.
- Pero voy al gimnasio y tengo el cinturón negro de karate.
- Esto es muy raro.
- Tú si que eres raro, raro y muy extraño.
- Pues esto lo tenemos que arreglar de alguna manera.
- Pones ahí, que no había nadie en casa y solucionado.
- ¡Que no puedo! Que tengo que poner la verdad.
- Pero si es verdad, si no hay nadie.
- Si estás tú es que hay alguien.
- Pero como soy un niño pequeño, casi que no cuento ni como persona.
- Como no vas a contar ¿Qué edad tienes?.
- Soy un feto, nací hace quince días.
- Pues si naciste hace quince días, estás asentado, constas como persona.
- Pues entones nací ayer, no, esta mañana.
- Si acabas de decir que naciste hace quince días.
- Es que soy tan pequeño que no sé contar.
- No sabes nada.
- Exacto, no sé leer, ni escribir, ni contar y mucho menos firmar.
- ¿Y sabes hablar?
- Es que soy un niño prodigio.
- Pues si naciste esta semana, tu madre tendrá que estar contigo, no te va a dejar solo.
- Mi madre sigue en el hospital.
- ¿ Y tú estás solo?
- Si, vine a vigilar la casa, para que no viniese nadie a tocar las narices queriendo entregar cartas.
- Y ahora que caigo, si naciste esta mañana como puedes tener un cinturón negro de karate.
- Es que durante el embarazo mis padres no hicieron otra cosa que ver pelis de Bruce Lee.
- Da igual, ahí dentro no te pudieron dar ningún cinturón negro.
- Pues será el cordón umbilical que está sucio.
- Que ahí dentro no se puede manchar.
- Pues será que mi padre es negro, es que todavía no lo conocí.
- ¿No estaba con tu madre durante el parto?
- Iría a buscar tabaco, yo que sé.
- En los hospitales no se puede fumar.
- Pues por eso, no estaba porque estaría fumando fuera. Por eso no lo ví.
- Esto no tiene ningún sentido.
- Menos mal que lo vas entendiendo. ¿Te vas ya?.
- No puedo, tengo que entregar una carta.
- ¿Pero a ti no te enseñaron a decir otra cosa?.
- Es que si no las entrego todas no cobro.
- ¿ Y a como cobras por carta?.
- No lo sé, hoy es mi primer día entregando cartas, por eso quiero hacerlo bien.
- ¿Y cuantas llevas entregadas?.
- Ninguna este es el primer sitio al que vengo.
- Pues como en todos tardes lo mismo que aquí, no acabas en un mes.
- Eso es verdad, así que haz el favor y recoge la carta.
- ¿Y si te pago yo lo que te den por entregarla y dices que nos cambiamos de dirección?.
- Pero eso es mentira.
- Y tu imbécil, nunca conocí a un tío más pesado.
- Claro como acabas de nacer, no pudiste conocer a mucha gente. De hecho ni a tu padre.
- ¡Que insinúa!
- No insinúo nada, solamente comento lo que usted me dijo.
- Pues a lo que le dije de que se fuese con viento fresco, no me hace ni caso.
- Es que tengo que entregar esta carta
- Y vuelta la burra al prao, usted se ha quedado en un bucle.
- Yo no me he quedado en ningún sitio. Sólo quiero hacer mi trabajo.
- Pues lo estas bordando chato, yo que tú me buscaba otro.
- Uy, si te contase todos lo que llevo, tendría para escribir un blog.
- Pues esto es como el Rasca y Gana. Siga probando porque aquí no entregas la carta.
- Pues nada, me has convencido. Yo pongo rehusado y listo.
- ¿Cómo que rehusado? Yo no rehúso nada, lo que pasa es que no estoy en casa.
- Será que no están tus padres.
- ¡Eso! Y no me vengas ahora de listillo.
- Bueno pues entonces me voy con la carta certificada.
- Menos mal, lo que me costó.
- Y ya le diré al notario que no os vais a presentar.
- Exacto.
- Pues adiós.
- Adiós…………..Oye por cierto…..
- ¿Si?.
- ¿Qué notario?.
- El de la herencia.
- Trae esa carta, que ahora abro.
- ¡Que no! Que ya puse que no había nadie.
- Pero si estoy yo.
- Pero acabas de nacer.
- Que voy a acabar de nacer, si ya tengo pelos en los huevos.
- ¡No seas grosero!, además te puedo recomendar un sitio para hacer la depilación Brasileña, donde me mandó mi jefe en una ocasión.
- Déjate de depilaciones y trae la carta que te parto la cara.
- ¡Que no! Que ahora ya no puedo entregártela
- ¡No corras!

 Continuará….

1 comentario:

  1. Muy bueno!!! Asique tiene el cordon umbilical sucio o su padre es negro, jajaja y ese es el cinturon de karate, jaja, que risa pase!

    ResponderEliminar