viernes, 9 de diciembre de 2011

Destino desconocido (historia por partes)

Destino desconocido


-Un ruido le despertó, alguien estaba moviendo el barrote que impedía el acceso a la bodega, seguramente con la intención de entrar en la misma. Permaneció atento a lo que sucedería a continuación.
- Había burlado a los vigilantes que en vez de organizarse para controlar todo el barco, se juntaron a charlar y fumar para hacer más entretenida la noche en previsión de que sería una noche tranquila, su propia conversación, les impidió darse cuenta de los movimientos del grumete.
- Desde la oscuridad de su escondite y con el ángulo de visión que le daba estar situado en la zona de arriba, vio como un chico de aproximadamente su edad, entraba en la bodega y trataba de acostumbrarse a la falta de luz.
- Miró en todas las direcciones, tratando de encontrar algo que delatase la figura del polizón, sabía que a sus espaladas estaban las escaleras para salir de la bodega y que una voz alarmaría a sus compañeros que seguramente acudirían en su ayuda. Este pensamiento, le tranquilizó de alguna manera. Y le dio ánimos para seguir adelante con su plan.
-Le vio dudar y también pudo apreciar que llevaba un arma, posiblemente una espada corta, o un palo, desde esa distancia y en penumbra, no era capaz de distinguirlo. En la otra mano llevaba algo que parecía un cuenco.
- Sé que está ahí – dijo el grumete en un susurro- y me imagino que tendrá hambre. Le he traído algo de comida, fuera están vigilando y me han enviado a mí para hablar con usted. Así que debería  salir y mañana desembarcará y no será tratado como polizón. ¿Qué le parece el trato?
- Permaneció en silencio, allí había algo que no le cuadraba, si lo habían descubierto, ¿Por qué habían de darle una oportunidad de salir de aquella? ¿Por qué no hacerle regresar a tierra de inmediato? ¿Por qué no habían dicho nada durante el tiempo que estuvieron cargando la bodega? En aquel momento le hubiese gustado poder ver la cara del chico que tenía enfrente, quizás su expresión le pudiese dar alguna pista para resolver las dudas que tenía en ese momento.
- Esperó una respuesta, un movimiento que lo delatase, y ante la ausencia de cualquier indicio, el miedo se volvió a apoderar de él, quizás aquel polizón estaba preparándose desde las sombras de la bodega para atacarle en aquel mismo momento, un escalofrío le recorrió la espalda, pero trató de controlar su cuerpo para no transmitir la sensación de miedo que realmente sentía, involuntariamente se dio cuenta que estaba retrocediendo hacia la escalera. En un último intento susurró a la oscuridad – Bien, en vistas de que no quiere contestarme, voy a regresar junto con mis compañeros, mañana regresaré y deberá darme una respuesta si no quiere que pongamos patas arriba esta bodega y actuemos en consecuencia en el momento en el que lo encontremos.
-El ruido ya conocido de la barra de hierro asegurando la salida de la bodega, le confirmó que volvía a estar solo. Trató de reflexionar sobre lo ocurrido y de nuevo fueron muchas las preguntas que le surgieron. No le parecía normal que sabiendo que estaba en el barco le dejasen impune, tampoco era normal que aquel muchacho acudiese solo, sin ninguna luz y le hablase en susurros. Sonrió empezando a estar convencido de que de momento estaba a salvo, solamente tenía que evitar cometer un error hasta que se encontrasen en alta mar.
- Se dio cuenta de que su brillante plan hacía agua por todos lados, se había puesto en peligro y no había conseguido nada, por otro lado era posible que el polizón ya no estuviese en el barco quizás solamente había subido a buscar algo y mientras que cargaban la bodega había aprovechado el trajín para abandonar lo.
-Aquello había sido un error, a pesar de que se había dicho a sí mismo que debería evitar dar cualquier paso en falso que le pudiese delatar, su hambre le había traicionado, aquella comida era una tentación de la que le resultó imposible escaparse.
- Solamente había una persona a la que poder confesar la situación, por la mañana la buscaría y le contaría la presencia del polizón, sin duda él sabría como actuar.
- Una vez mitigada en parte su hambre atrasada, regresó a su cubil y pasó una noche tranquila, demasiado tranquila para lo que aconsejaba su situación, pero el hecho de estar en un cobijo caliente y comido algo, hizo que por primera vez en mucho tiempo, estuviese a gusto, a pesar de sus paupérrimas condiciones.
- Le llevó toda la mañana tratar de escaparse de la cocina y de localizar a Felipe, cuando por fin lo encontró no pudo hablar con él, ya era media mañana, el resto de la tripulación y los oficiales que habían permanecido en tierra ya habían regresado y en ese momento, ni Felipe, ni nadie le hubiese podido prestar atención, porque todo el mundo tenía sus cinco sentidos puestos en la maniobra de alejarse de puerto para poner rumbo a su destino.
- Se sintió aliviado, el barco se movía, probablemente alejándose de lo que hasta ahora había sido su casa, pero que para él en cierto modo no era otra cosa que un infierno, solamente le quedaba aguantar lo suficiente para que al capitán del barco le resultase más útil quedarse con él a bordo o dejarlo en un puerto distinto al suyo de origen y en el que iniciar una nueva vida. Su objetivo estaba más cerca, aunque solamente ahora se daba cuenta de que quizás debería haber hablado con los marineros para tratar de saber cuál era su destino, no solamente se había embarcado hacia la aventura, si no que lo había hecho hacia un destino desconocido.

Continuará.

2 comentarios:

  1. Bien!! por fin se embarca en su nueva aventura y ya ponen rumbo a algun sitio. Yo quiero saber mas!!!!

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  2. Si al final seguro que los dos chicos se hacen buenos amigos. Esperando el proximo capitulo ;)

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